Mondó es el nombre dado a un accidente geográfico formado por dos pequeñas lomas. Se encuentra en la frontera administrativa entre los municipios de La Sotonera y Nueno y a tan solo kilómetro y medio de Lierta, el núcleo de población más cercano. Para hablar de Mondó vamos a utilizar al menos dos entradas en el blog, una para hablar de la loma norte y otra de la sur. Hoy hablaremos de la norte. Ésta se extiende a lo largo de más de 300 metros de largo en su eje norte-sur, y tiene unos 50 metros de ancho. Su prominencia es de alrededor de 70-80 metros de altura respecto a la base y alcanza la cota de 726 metros en la loma norte. Tiene una elevada pendiente en casi todas sus vertientes.
Mondó norte visto desde el oeste.
La posición de Mondó (junto a los castillos de Becha y Nisano) ya aparece en la obra Vestigios de la Guerra Civil en Aragón (Huesca) del programa Amarga Memoria del Gobierno de Aragón. En ella se incluye un pequeño comentario y su localización geográfica. Se trata de uno de los escenarios más conocidos de todos los que tuvo la Guerra Civil en Lierta.
Su importancia fue mayúscula durante todo el conflicto ya que sus características geográficas son ideales para defenderlo eficazmente con poco personal. Estará ocupado durante todo el conflicto por el bando sublevado. Además de su fácil defensa, debido a su ubicación, representó un auténtico cerrojo para sostener el Cerco de Huesca en su sector norte. Desde él, se evitó que las fuerzas republicanas desbordasen el Carrascal en dirección a la carretera de Jaca. La panorámica de Mondó es extraordinaria, desde él se divisan: Puibolea, Lierta, la Sierra de Gratal, las Coronas, el castillo de Nisano, Igriés, el Carrascal, castillo de Becha, castillo de Castejón, castillo de Anzano, Bolea...incluso la ciudad de Huesca.
Vista de Mondó durante la Guerra Civil. En primer término la loma sur, y al fondo, la norte. (La conquista del Carrascal de Chimillas, Frente de Huesca)
La misma vista, en la actualidad.
Lierta quedó en tierra de nadie durante los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 1936, pero Mondó permaneció ocupado. El mando del ejercito nacional se dio cuenta de su importancia ya a inicios del mes de octubre de 1936. Al día siguiente de que los rebeldes tomasen posiciones en Mondó, los gubernamentales intentaron conquistarlo, siendo rechazados. Tuvieron en dicha acción 6 muertos y varios heridos. Los partes de guerra del día 7 de octubre hablan de tiroteos y fuego de mortero en Mondó y el Carrascal. A finales de 1936 los rebeldes conquistaron de forma ya definitiva la posición a los republicanos.
Varios soldados del ejército nacional posan en una posición del frente de Huesca. (Guerra civil. Descanso en una posición. Frente Aragonés de Huesca. Archivo Municipal de Zaragoza)
El principal ataque que sufrió esta posición por parte de los republicanos fue en la madrugada del 7 de abril de 1937. Ese día Mondó estaba defendido por unos cien hombres de Falange (4ª Bandera de Aragón) y una sección de ametralladoras del regimiento de infantería Valladolid nº20. Estas unidades pertenecían a la 51 División del ejercito sublevado. Las fuerzas de Falange provenían de Zaragoza y de Huesca (del grupo la Campana de Huesca).
Las lomas fueron atacadas por las fuerzas anarquistas de la División Ascaso (futura 28.ª División) en el marco de ataque general sobre la carretera de Jaca en el que se emplearon varias unidades de artillería y aviación. Además de Mondó, fueron atacadas otras posiciones de todo ese sector. Fue la última operación de entidad que realizan estas fuerzas de manera semiautónoma. El plan era el siguiente: mientras las Milicias de Barbastro daban un golpe de mano sobre Esquedas, dos batallones atacarían Mondó. Desde el sur lo intentaría el Batallón de choque italiano Giustizia e Libertá (unos 150 hombres), y desde el norte el segundo batallón del regimiento Rojo y Negro. Giustizia e Libertá era una unidad formada de manera independiente por voluntarios italianos de filiación mayoritariamente anarquista (aunque los había también comunistas) en verano de 1936. Algunos de ellos habían conocido la represión fascista italiana en su propia piel. Sus integrantes no estaban encuadrados en las Brigadas Internacionales.
Miembros de Giustizia e Libertá en el Frente de Huesca (Guerra di Classe, 5-5-1937)
Según nos cuenta Pedro Torralba en su libro De Ayerbe a la Roja y Negra el ataque fracasó debido a una mala coordinación entre los distintos grupos. Al parecer los italianos no ocuparon sus puestos de partida durante la operación a la hora indicada, ya que se perdieron durante la aproximación nocturna (un par de fuentes republicanas también nombran un posible exceso de vino la noche de antes, algo de lo que se resarcirían al día siguiente). Sus posiciones de partida estaban en las faldas de Mondó, justo cuanto termina la cobertura boscosa del Carrascal. Nada nos dice este autor sobre qué pasó con el ataque realizado al norte de Mondó. El intento de asalto nos lo narra así:
"Las Milicias de Barbastro fueron puntuales y atacaron en el momento y en los lugares que se les había asignado y al abrir el fuego despertaron y pusieron en estado de alerta a todo el frente. Cuando las primeras claridades del día llegaron y los italianos quisieron subir por las partes de la montaña que ellos crían más vulnerables fueron recibidos por el fuego cruzado de las ametralladoras enemigas que los obligaron a pegarse al suelo, impidiéndoles todo movimiento, Fallada la sorpresa y sin una preparación intensa de la artillería (que no poseíamos) el asalto había fracasado y pretender conquistar Mondó, aquel día y en aquellas condiciones, era mandar a los compañeros a la muerte, sin ninguna posibilidad de victoria.
Permanecí un rato siguiendo y observando los acontecimientos, mientras las balas silbaban a mi alrededor. Mi decepción era grande y mis deseos e ilusiones se desvanecían. Poco a poco me fui alejando del lugar de la lucha para regresar a las posiciones de partida, en la carretera de Lierta."
Los italianos perdieron a su líder, Antonio Cieri. Tras este fracaso, Mondó no pudo ser conquistado por los leales al Gobierno y sus esfuerzos fueron dedicados a otros puntos cercanos, como el castillo de Becha. Para finalizar, comentar que a día de hoy tenemos imágenes de como Mondó fue bombardeado por la artillería republicana en la película La Conquista del Carrascal de Chimillas, aunque no sabemos con certeza de qué momento es ese bombardeo. Las imágenes están tomadas durante el día y según Pedro Torralba el ataque se hizo con poca luz (noche-madrugada) por lo que no sabemos si esta preparación artillera fue realizada durante ese día de abril o pertenece a otro ataque. Tal vez simplemente fue realizado el 7 de abril sobre Mondó mientras se atacaba Becha. Según la película, las baterías republicanas y el puesto de observación estaban en las cercanas lomas de Santacoba.
Mondó norte siendo bombardeado por la artillería. (La conquista del Carrascal de Chimillas, Frente de Huesca)
Sabemos que desde Mondó se hacia fuego a las posiciones republicanas en el Carrascal durante los combates de los siguientes meses. Después de abril y hasta marzo de 1938, Mondó estuvo defendido por la 4ª y 10ª Banderas de Falange. En la 10ª Bandera había fuerzas provenientes de la Rioja. Estos hombres realizaron una feroz represión en esta zona de la Hoya de Huesca. Entre los asesinatos realizados estaba incluido el cura de Los Corrales, ya que éste intentó oponerse a los homicidios realizados en dicho pueblo. Estos mismos riojanos fueron los defensores del Tozal del Pueyo en enero de 1937 y del Molino de la Salina en julio del mismo año. En los combates de ese mes de julio los republicanos intentaron rodear Mondó.
En marzo de 1938 y antes de la Ofensiva de Aragón, la 63.ª División nacional tomó el relevo en la zona. Mondó fue ocupado por el Tercio Ortiz de Zarate el día 20 del mismo mes y el fuego republicano previo a la ofensiva les causo un muerto. Los morteros utilizados el día 22 de marzo para romper el frente republicano tuvieron su base de fuego inicial en esta posición.
Soldados nacionales con un mortero. (Guerra civil. Soldados posando con un cañón. Archivo Municipal de Zaragoza)
Como hemos visto Mondó estuvo ocupado durante gran parte de la guerra por falangistas. Durante muchos meses las tropas anarquistas fueron sus rivales, por lo que las lomas de esta zona tenían el rojo y negro como colores identitarios en ambos bandos.
Actualmente si subimos a la parte alta de Mondó norte, aún son claramente visibles las líneas de trincheras. Siguiendo el típico modelo de los nacionales, las defensas están orientadas en todas las direcciones. Probablemente los abrigos subterráneos de la parte oeste fuesen utilizados más como espacio de vida, algo que se puede deducir más fácilmente en los abrigos de Mondó sur.
Dos líneas de trincheras, una en el lado oeste y otra en el este, recorren toda la loma. En ocasiones estas líneas se conectan entre sí por otras trincheras. En los extremos de la loma se forman dos nudos de trinchera en los que es probable que hubiese ametralladoras. Por toda la loma hay refugios subterráneos (todos hundidos, salvo dos) y algunos fosos que seguramente albergaban algún tipo de construcción. Por toda la loma hay restos de tejado de uralita y tejas.
A continuación se van a mostrar fotografías de algunos de los vestigios empezando por los que están situados más septentrionalmente. En primer lugar se aparecen dos de los fosos del vértice norte.
Justo cuanto termina la concentración de trincheras y fosos del nudo norte, debajo de la cornisa, están los dos refugios subterráneos en mejor estado de Mondó norte. Hay que tener precaución para llegar hasta a ellos porque la ladera está muy inclinada en esa zona. Seguramente una línea de trinchera conectaba estos refugios con las líneas superiores.
Vista general de los dos refugios.
En el interior de uno de ellos aún son visibles los golpes de pico.
Ambos están parcialmente derruidos.
A la derecha, la línea de trinchera superior. Al fondo se ve Lierta y Gratal, y a la izquierda Puibolea.
Uno de los puntos donde las dos líneas de trinchera conectan entre ellas.
Este refugio es el más cercano a los anteriores, pero está hundido.
A la derecha se aprecia la línea de trinchera del lado oeste, junto a un foso que se encuentra a la izquierda.
Un foso y dos refugios subterráneos del lado oeste. La cornisa que cubría algunos de los refugios está parcialmente desmoronada.
Trinchera del lado este.
Los refugios subterráneos de este lado están en peor estado, y apenas son agujeros en el suelo.
Las higueras encuentran sitios húmedos y más frescos en el interior de los refugios, por eso crecen allí.
Pablo GP.
BIBLIOGRAFÍA:
Arcarazo, L.A.; Barrachina, P.; Martínez de Baños, F. (2007): Guerra Civil en Aragón, Huesca "el cerco". Zaragoza: Delsán.
Torralba, P. (2018): De Ayerbe a la "Roja y Negra" 127 Brigada Mixta de la 28 División. Zaragoza: Comuniter.
Gárate, J.M. (1972): Mil días de fuego. Memorias documentadas de la guerra del treinta y seis. Barcelona: Luis de Caralt.
Castells, Andreu (1974): Las Brigadas Internacionales de la Guerra de España. Esplugues de Llobregat, Barcelona: Ariel.
Azpíroz, J.M (2007): La voz del olvido: la Guerra Civil en Huesca y la Hoya. Huesca: Diputación provincial de Huesca.
Castán, J.C (1996). El frente del Serrablo (1936-1938). Sabiñánigo: Ayuntamiento de Sabiñánigo, Instituto de Estudios Altoaragoneses, Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo.
INTORNO A HUESCA. (05-05-1937) Guerra di Classe.
ADELANTE, EN EL ALTO ARAGÓN. (7-10-1936) Diario el Sol, p 1.
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