En esta ocasión vamos a hablar sobre los vestigios que podemos ver en el denominado Tozal del Pueyo. Bajo mi punto de vista, es uno de los lugares con más encanto de todos los que rodean Lierta. Se trata de una pequeña elevación que alcanza los 828 metros de altura con una prominencia de unos 70 metros sobre su entorno. Se encuentra al noreste del pueblo de Lierta y dentro de su término municipal (actualmente La Sotonera) aunque muy cerca del límite con el de Nueno. Es fácilmente reconocible porque es atravesado por una línea eléctrica de alta tensión teniendo un poste en su parte alta.
El montículo se encuentra poblado por algunas carrascas y un muy espeso monte bajo de coscoja que lo hace absolutamente impenetrable en muchas zonas. De hecho este factor dificulta la visita de algunos refugios y tramos de trinchera por lo cuál es recomendable el empleo de pantalón largo y manga larga. La parte más fácil por la que subir es el tramo en el que debido a la línea de alta tensión se hacen desbroces periódicos. La línea de alta tensión data de los años 70.
Como ya comentamos en la anterior entrada el Tozal del Pueyo está muy ligado a las otras posiciones de las Coronas, en especial a la norte, y su suerte fue la misma durante la guerra. Sin embargo si que vemos una diferencia en cuanto a su lógica constructiva. En las Coronas las fortificaciones están encaradas hacia el oeste (hacia el ejército rebelde) mientras que en el Tozal del Pueyo la posición rodea todo el promontorio y sus construcciones se distribuyen de forma uniforme. Esto puede deberse a al menos dos razones: la primera que esta posición no tiene un tamaño grande y está aislada por lo cuál podía ser fácilmente envuelta y tenía que poder defenderse en cualquier dirección en caso de ataque, la segunda es que se empezase a fortificar en diciembre de 1936 cuando el bando franquista conquistó la zona. Sabemos que entre esas fuerzas ocupantes había zapadores ya que dos de ellos tienen sus tumbas en el cementerio de Lierta (murieron el día del contraataque republicano). Y es que mientras los republicanos concebían la defensa del frente mediante una trinchera continua, los rebeldes lo hacían formando posiciones fortificadas aisladas. La primera defensa es vulnerable en caso de ser superada la línea en algún punto, circunstancia de la que se aprovechó el ejercito rebelde en marzo de 1938 tal y como veremos en una próxima entrada. Esta diferencia de estrategia defensiva fue exitosa en la Guerra Civil para los sublevados y es perfectamente apreciable en las posiciones que rodean Lierta. Las posiciones republicanas están únicamente encaradas hacia el frente enemigo, mientras que las rebeldes formaron blocaos enfocados a todas las vertientes tal y como vemos en el Tozal del Pueyo.
Los refugios subterráneos en la actualidad están en distinto estado de conservación: algunos completamente hundidos, solo se intuye la entrada, otros se puede acceder y tiene gran parte sin hundir. Sin embargo no hay ningún refugio que no tenga parte del techo desplomado por lo que entrar en ellos no es algo recomendable tal y como se habló en la primera entrada de este blog, y es que los refugios construidos durante la Guerra Civil se desplomaban a menudo y requerían mantenimiento constante durante la contienda misma. Es bastante probable que haya más refugios de los que se marcan en esta entrada, pero ello se debe a que parte de la ladera del lado este es impenetrable por su vegetación. Hay murciélagos en varios refugios y hay que recordar que tanto a nivel autonómico como estatal son especies protegidas por lo que no debemos molestarlos ni acercarnos a ellos.
Vemos a un soldado salir de un refugio con un aspecto similar a como tuvieron que ser los del Tozal del Pueyo. (Un militar propaga un missatge de propaganda republicana al Front d'Aragó. Generalitat de Catalunya)
En la entrada de la Corona Norte ya hablamos sobre los combates de diciembre de 1936 y enero de 1937, pero vamos a completar con algún dato más. En primer lugar vamos a ver un mapa con la dirección de ataque republicana del 6 de enero de 1937 según las fuentes de la bibliografía:
Los testimonios de estos combates nos cuentan que el Tozal del Pueyo fue atacado ese día con la ayuda de fuego de cobertura de un fusil ametrallador colocado en una paridera, que los mapas llaman del Bernazal.
Tropas anarquistas disparando un fusil ametrallador en el frente de Huesca. El fusil ametrallador es de origen soviético por lo que es probable que en enero de 1937 estos hombres aún no dispusiesen de un modelo similar. (El ejército de la victoria. Un episodio: Casa Ambrosio 1937)
Para terminar de hablar de la reconquista de las Coronas y del Tozal Pueyo, reproduzco el artículo que se escribió en el diario madrileño Ahora en su edición del 08-01-1937 y que nos agrega algunos datos:
"BARBASTRO, 7-Comunican de Tierz que en el sector de norte de Huesca tuvo lugar una brillante operación, habiendo rectificado el frente y consiguiendo, además, la ocupación de poblaciones de importancia estratégica como Lierta y Arascúes.
A las ocho de la mañana comenzó la labor preparatoria de Artillería. El enemigo, que se había fortificado en las lomas que dan vista a Arascúes, creyó al terminar nuestro fuego que habíamos desistido del propósito de desalojarle de las importantes posiciones que ocupaba. Pero a las dos co- desde sus posiciones. Las Milicias avanzaron por el centro de este frente, atacando la ermita del Olivar, la cual no se había logrado ocupar hasta ahora. Dicha ermita había sido fortificada por los facciosos, y por el ventajoso emplazamiento en lo alto de una lomana dominaba gran parte del sector, imposibilitando los movimientos de nuestras fuerzas, que eran batidas por ametralladoras.
El enemigo, ante este brioso ataque, huyó, y fueron suficientes unos 300 milicianos para conquistar todos los objetivos señalados por el mando, apoderándose de Arascúes. Las lomas cercanas al pueblo, posiciones de gran valor estratégico, así como Lierta, quedan también en nuestro poder.
Al terminar el combate tenían en su poder un cañón del siete y medio. seis ametralladoras, más de ciento cincuenta fusiles, municiones de todas clases, varios heliógrafos, veinte mulos, banderas fascistas y se capturaron veinticinco prisioneros entre ellos un oficial fascista y un cura disfrazado.
En su huída el enemigo abandonó en el campo gran número de cadáveres, que fueron recogidos por nuestras ambulancias. Entre ellos hay elementos de Falange, soldados y fuerzas marroquíes e italianas.
El alto mando ha felicitado a todas las fuerzas que han participado en la operación.
Esta mañana se realizó una operación ofensiva sobre Puibolea, castigando, duramente al enemigo y obligándole a replegarse precipitadamente."
Como pasaba en la Corona Norte, los últimos que usaron estas estructuras de las que vamos a hablar fueron los soldados de la 31ª. División del Ejército Popular de la República por lo que es probable que fuesen estos soldados los constructores de casi todos los vestigios que vemos en la actualidad aunque la posición estuviese usada también por la Roja y Negra y las tropas sublevadas.
Por toda la posición es habitual encontrar restos de techos de uralita y tejas ya que las entradas a los refugios e incluso las trincheras podían estar cubiertos y camuflados para evitar su bombardeo por parte de la aviación. Este nivel de fortificación es muestra de que estuvo durante casi dos años en uso y en primera línea.
Entrada a un refugio techada y con camuflaje. (Soldats republicans defensen una posició darrera una trinxera. Front d'Aragó. Generalitat de Catalunya)
Comencemos con las imágenes de los vestigios tal y como se pueden ver actualmente:
Arcarazo, L.A.; Barrachina, P.; Martínez de Baños, F. (2007): Guerra Civil en Aragón, Huesca "el cerco". Zaragoza: Delsán.
Torralba, P. (2018): De Ayerbe a la "Roja y Negra" 127 Brigada Mixta de la 28 División. Zaragoza: Comuniter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario