miércoles, 25 de noviembre de 2020

Corona norte

La primera entrada va a tratar sobre la Corona norte, pequeña meseta de unas 120 hectáreas con orientación noreste-suroeste situada entre Lierta y Arascués, encontrándose éste último pueblo a sus pies. Está dentro del término municipal de Arascués-Nueno aunque a menos de 2 km de la localidad de Lierta. Tiene una prominencia de unos 150 metros en su parte este, 100 metros en la oeste y 831 metros de altura sobre el nivel del mar. Su superficie está casi completamente cubierta por monte bajo de carrasca y boj y por un pinar de repoblación. Durante la Guerra Civil en la práctica formó una unidad con otras posiciones cercanas, como el Tozal del Pueyo (también llamado Pueyo a secas) y la Corona sur de la que se encuentra separada por un pequeño barranco, sin embargo aquí vamos a hablar de ella de forma independiente para no hacer cada entrada demasiado extensa. 


Visión actual en la parte superior de la meseta. El bosque tiene una gran intervención humana. 

Desde la década de los 30 distintos factores han dificultado la preservación de los vestigios de la Guerra Civil. Los restos de la abundante vegetación colmatan poco a poco las trincheras cubriéndolas, la reforestación humana (y los aterrazamientos que van unidos a estas actuaciones) pudieron destruir directamente los restos, y por último la propia actividad bélica en cuyos intensos bombardeos de artillería y aviación se pudieron destruir muchas estructuras. Estos factores se repiten en otras zonas. Casi con total seguridad queden más vestigios de la Guerra Civil en la Corona, aunque a día de hoy los desconozco. Los vestigios registrados en este blog ocupan cerca de un kilómetro y medio de extensión. 


Situación de la Corona norte respecto a su entorno mirando desde el suroeste


Esta zona de la Hoya de Huesca se localiza en el sector norte de lo que se denomina el Cerco de Huesca en la Guerra Civil. La ciudad de Huesca fue parcialmente sitiada por el ejercito republicano desde el verano de 1936 hasta marzo de 1938.  Hay un gran número de mesetas como la Corona por toda la zona (Mondó entre otros) que facilitaban el control de sus alrededores. Tienen una defensa muy propicia para un ataque frontal, permiten hacer fuego fácil y cruzado contra las zonas llanas que las flanquean y proporcionan un dominio visual del terreno. Todo esto fue motivo de que su control enfrentase a los dos bandos contendientes. En concreto las Coronas eran la llave de la defensa de todo el sector norte republicano en el Cerco de Huesca y además de  dar el control de la carretera de Jaca, evitaban las infiltraciones al norte del Carrascal de Nisano. 

La Corona fue una posición en la que se combatió intensamente, sirvan estas líneas como homenaje y para reivindicar la memoria de estos lugares y de los que lucharon, padecieron, soñaron y murieron aquí. Estuvo en poder de la República prácticamente desde el inicio de los enfrentamientos (salvo durante un breve lapso de tiempo en diciembre de 1936 y enero de 1937) hasta marzo de 1938. 

La actividad durante la guerra nunca desaparecía del todo (paqueos, bombardeos...) sin embargo podemos englobar los principales combates que ocurrieron en este lugar en dos: el primero durante diciembre de 1936-enero de 1937 y el segundo en marzo de 1938. En esta ocasión vamos a hablar solo de los primeros, dejando los segundos para cuando hablemos de la Corona sur. 


Al fondo se puede observar la Corona Norte durante la Guerra Civil desde las posiciones republicanas del Castillo de Nisano. (La conquista del Carrascal de Chimillas. Frente de Huesca)


Durante la madrugada del día 20 de diciembre de 1936 el ejercito rebelde ataca y ocupa Lierta y las posiciones situadas al este del pueblo, entre ellas la Corona Norte, dada su importancia estratégica. Para el ataque se utilizan unidades de élite (veteranas y de choque) del frente de Aragón. Al mando del comandante Galera se emplean la Segunda Bandera de la Legión y la Mehal-la de Tetuán (tropas norteafricanas). El ataque es apoyado por artillera situada en Puibolea y el asalto se hace empleando la bayoneta y bombas de mano. Por la parte asaltante hay 3 muertos y varios heridos y por parte gubernamental se reporta un prisionero (que supongo que será el miliciano catalán fusilado y que se encuentra enterrado en el cementerio de Lierta). Se bombardea el castillo de Nisano (aún republicano). Al día siguiente se toma Arascués y se rechaza un contraataque republicano, sufriendo los rebeldes un muerto y siete heridos. El ataque queda detenido en Nueno, pero la carretera hacia Arguis queda seriamente comprometida. Pedro Torralba en su obra De Ayerbe a la Roja y Negra, unidad a la cuál pertenecía, nos cuenta como se podía pasar por la carretera:

"la carretera se encontraba dominada por las automáticas enemigas, bajamos de los camiones en la zona más peligrosa, atravesándola metidos en los blindados de la Roja y Negra en los que no podíamos colocarnos más de cuatro o cinco a la vez"

 

Blindados de la Roja y Negra. Se usaron posteriormente en la reconquista de las Coronas. (El Cerco de Huesca)

Una vez ocupado el pueblo de Lierta los nacionales fusilaron a 3 vecinos del pueblo y a un soldado republicado. Actualmente se encuentran enterrados en el cementerio de la localidad

Los partes de guerra de los rebeldes y los gubernamentales, hablaron de estos combates así (no hay que tomar al pie de la letra lo que dicen los partes de guerra): 

  • Nacionales: Ejército del Norte-5.ª División.  20 de diciembre de 1936. Las fuerzas de esta División efectuaron una rectificación de líneas ocupando al amanecer la meseta de la Corona al norte de Huesca y el pueblo de Lierta. El enemigo, atrincherado, huyó con muchas bajas vistas ante la presencia de nuestras tropas, dejando bastantes prisioneros en nuestro poder.  Ejército del Norte-5.ª División. 21 de diciembre de 1936. Ha sido ocupado Arascués con intento de reacción por parte del enemigo, siendo rechazados con importantes pérdidas. 
  • Republicanos: Frente de Aragón. 21 de diciembre. Durante todo el día el enemigo bombardeó con fuego de cañón y mortero las posiciones del Castillo de Nisano, Igriés y Yéqueda, atacando con insistencia Nueno y Arascués, siendo contenido por nuestras fuerzas con la cooperación de la artillería. Frente de Aragón. 23 de diciembre. Al norte de Huesca la línea enemiga ha quedado avanzada al ocupar los pueblos de Lierta y Arascués y la meseta de la Corona situada al norte del último de dichos pueblos. Se señala la presencia de una columna enemiga en la zona de Arascués, y es probable que trate de cortar la carretera de Igriés a Nueno.

Tropas anarquistas paseando por unas posiciones recién conquistadas en el Frente de Huesca. (División Heroica. El Cerco de Huesca)

Ya el 27 de diciembre el parte de guerra del Gobierno indica que se ha desalojado al enemigo de la Sierra de Gratal, indicativo de que el contraataque estaba próximo. El 6 de enero, 2 centurias de la Roja y Negra y las Milicias de Barbastro desencadenan un contraofensiva. Estas unidades eran las encargadas de vigilar y mantener este sector, eran de filiación mayoritariamente anarquista y  estaban formadas por gente oriunda de la zona en su mayor parte. Defendiendo las posiciones de los rebeldes se encuentran, entre otros  la 14 Bandera de Falange de Calahorra. Las centurias 13 y 14 de la Roja y Negra tienen como objetivo tomar el Tozal de Pueyo (a las 10 de la mañana) y Lierta con el objetivo de envolver a enemigo, mientras las Milicias de Barbastro atacan frontalmente las Coronas. Se usan 4 blindados en el ataque y dos baterías de artillería y se asaltan las posiciones usando bombas de mano. Es clave el capturar algunas ametralladoras en las posiciones enemigas que son cambiadas de emplazamiento y empleadas contra los propios defensores. Las posiciones van cayendo en cascada y las tropas nacionales huyen en desbandada hasta Mondó (posición nacional). La operación es un éxito, se reconquista los pueblos de Lierta y Arascués y se recoge abundante material de guerra, entre ellos un cañón del 6,5, e incluso una bandera enemiga.  Pedro Torralba nos cuenta como terminaron los combates en la Corona:

"Un grupo de los nuestros se lanzó al asalto del último reducto y encabezando el grupo iba un joven miliciano que se adelantó para dar el asalto final, cuando los otros compañeros llegaron a la posición, todo había terminado y enmudecido. Fueron impresionados por el cuadro que ante ellos aparecía, porque no quedaba ningún combatiente vivo, el miliciano había matado a los resistentes, pero él también estaba muerto; una bayoneta enemiga atravesaba su pecho mientras la suya había sido introducida en el vientre de su enemigo. El que había ensartado al miliciano era el cura del destacamento"

Por la tarde las fuerzas republicanas son bombardeadas por la aviación rebelde sin mayores consecuencias. Estos mismos rebeldes envían numerosos refuerzos al sector para detener el avance gubernamental. El balance total de bajas es de 8 muertos y varios heridos para los republicanos; 16 muertos, 14 desaparecidos y 36 heridos para los rebeldes. Pedro Torralba nos dice que se enterraron 128 cadáveres enemigos. En Lierta los milicianos fusilan a un vecino del pueblo tras los combates. 

Milicianos de la Roja y Negra posan con un cañón capturado al enemigo (División Heroica. El Cerco de Huesca)

Para continuar viendo como tratan la información los partes de guerra oficiales, veremos que dicen de estos combates:

  • Nacionales: Ejército del Norte. 5.ª División. 6 de enero. Ataques enemigos sin importancia en algunas posiciones del Sector de Huesca, los cuales fueron rechazados. 
  • Republicanos: Frente de Aragón. 6 de enero. En la circunscripción norte se ha ocupado al enemigo la Meseta de la Corona, cogiéndoles un cañón del 70, una ametralladora, un mortero, veinte fusiles, treinta cajas de munición y cinco prisioneros. Al enemigo se le castigó duramente, abandonando en su huida 50 muertos, mientras las fuerzas en un brioso avance ocuparon los pueblos de Arascués y Lierta.  

Sin embargo los vestigios de la Guerra Civil de los que vamos a hablar hoy poco tienen que ver con estos hechos (no así los de Tozal del Pueyo, que veremos en otra entrada). Estos restos están orientados hacia el oeste, lugar donde se encontraba el sector rebelde por lo que estaba destinado a defenderse de un ataque por esa zona, como de hecho ocurrió el 22 de marzo de 1938. 

A continuación se muestran varios refugios subterráneos (no están todos) y los tramos de trinchera más claros. La línea morada marca el recorrido de la trinchera. 

La práctica totalidad de refugios están total o parcialmente derrumbados. Ni siquiera en los que es aún posible la entrada el suelo es el original sino que está formado por roca y tierra desmoronada del techo. 


La vegetación y la hojarasca cubren las trincheras. 


Algunos refugios están camuflados entre la vegetación. Hay que tener cuidado y los ojos mirando al suelo. 


En varios tramos aún es posible ver las salidas y entradas de ramales de trinchera. Son zonas en las que se excavaba en la propia roca y seguramente había muros de piedra y de sacos terreros. 

Los vestigios que quedan nos indican que había dos líneas de trincheras conectadas entre sí, una sobre la cornisa oeste de la mesa, y otra inmediatamente debajo que es en la que se encuentran los refugios subterráneos. A su vez junto a la línea superior salen varios ramales hacia el interior de la meseta, conectando en ocasiones con fosos aún apreciables. Tantos estos fosos como los refugios subterráneos ofrecían refugio en caso de bombardeo (Especialmente los subterráneos). Los fosos es probable que tuviesen algún tipo de construcción. Refugios y fosos podían tener diversos usos como espacio de vida, centro de transmisiones, puesto de mando, cocina, primeras curas, polvorín...A día de hoy desconozco el uso en concreto de ninguna construcción. 



A un nivel inferior a la cornisa, se puede apreciar este foso que podría ser un nido de ametralladoras al estar más avanzado que el resto de la línea. 





Las trincheras a veces se construían en zigzag para evitar que en caso de impacto la metralla afectase a toda la línea. 


Este refugio es la construcción más espectacular del conjunto. Tiene dos entradas (hay varios así) pero además consta de un profundo túnel en muy buen estado de conservación. 



El túnel tiene varios metros de profundidad. 



A cada lado del túnel y de forma paralela se encuentran varios agujeros laterales en el suelo que seguramente estén relacionados con la construcción del propio túnel. 


Detalle en el que se aprecian golpes de pico en las paredes. 




Abrigo parcialmente excavado en la roca



En algunos refugios aún hay señales de que se hacían hogueras en su interior (cocina, para calentarse...)


Cortados de la Corona Norte, al fondo las Gorgas de San Julián. El terreno facilitaba de forma natural la defensa de la posición.


Foso situado tras la línea superior.



Tozal del Pueyo a la izquierda, visto desde la Corona norte. Como vemos son posiciones que se dominan fácilmente la una a la otra. 


Foso en el que aún se aprecia una trinchera en zigzag que le conecta con la línea superior. 

En último lugar, dejo un enlace con los vestigios registrados a día de hoy georreferenciados. Hay que tener en cuenta que el punto exacto puede variar en algunos metros. 


Pablo GP

Bibliografía: 

Arcarazo, L.A.; Barrachina, P.; Martínez de Baños, F. (2007): Guerra Civil en Aragón, Huesca "el cerco". Zaragoza: Delsán. 

Torralba, P. (2018): De Ayerbe a la "Roja y Negra" 127 Brigada Mixta de la 28 División. Zaragoza: Comuniter. 

guerracivildiadia.blogspot.com

Regimiento de infantería Valladolid Nº20. HISTORIAL DEL CERCO SUFRIDO DURANTE EL GLORIOSO ALZAMIENTO NACIONAL POR LA DOS VECES HEROICA, LEAL E INVICTA CIUDAD DE HUESCA. 



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